Decenas de aficionados, reunidos ayer en Puebla, piden que se alarguen los tramos de los ríos donde es posible la pesca con muerte
10.03.2014 | 00:45El colectivo rechazó la entrada en vigor de la Orden Anual de Pesca que limita el acceso de los vecinos de estas zonas ribereñas y las prácticas tradicionales, además de complicar la obtención de permisos y cupos de forma telemática. El presidente de la asociación, Manuel Mateos Pedrero, informó de los pasos dados hasta el momento, y señaló que lo fundamental es mantener la normativa de pesca de la pasada temporada. Un aspecto decisivo es que no haya cupos de pescadores locales en las AREs (Aguas de Régimen Especial). Para Mateos la solución factible es que «el guarda, además de la licencia de pesca, solicite el DNI donde viene la residencia del pescador, y evitar la famosa llamada telefónica para reservar cupo y poder pescar, que solo se solicitaría para pescadores de otras provincias». El rechazo a la reducción del número actual de capturas y la ampliación de la talla mínima, así como alargar los tramos de aguas AREs se suman al conjunto de reivindicaciones del colectivo. El presidente pidió unión y apoyo común de los pescadores de cara rechazar una ley que perjudica a los residentes locales.
La asociación sanabresa se ha sumado a las alegaciones de las asociaciones de pescadores de Burgos y León para que se retire la Ley de Pesca, y en apoyo de la Plataforma de los Pescadores por Nuestros Ríos contra la normativa anual de pesca. Las dificultades administrativas que se pusieron a la celebración de esta concentración en la Chopera de Puebla, han propiciado la convocatoria de una manifestación con mayor número de asistentes en la Chopera el próximo día 30 de marzo, que alarga el conflicto y el descontento de los pescadores locales a las puertas de la apertura de la temporada.
La primera consecuencia de la normativa es la no renovación de 97 licencias de pesca de ciudadanos de Portugal que tradicionalmente se acercaban a pescar a estas zonas de frontera, como constataba el empresario de Puebla, Carlos Mato. Está por evaluar el número de licencias que no se van a renovar de pescadores locales y de ámbito nacional.
Varias familias, abuelos, padres y nietos, se dieron ayer cita a las puertas del Salón de las Candelas, porque como bien recordaba algún abuelo «cómo le voy a enseñar a mi nieto a pescar una trucha, si no voy a poder ir al río ni se las voy a poder enseñar».
Los males del río son sobradamente conocidos por los pescadores locales. Manuel Maestre Gallego, pescador veterano de Codesal, explicaba la proliferación de las nutrias en los cursos de agua y especialmente en el embalse de Valparaíso. Para este pescador es necesario algún tipo de control sobre las nutrias. Además se han extendido a estas zonas especies sumamente perjudiciales como el visón americano, procedente de sueltas indiscriminadas de granjas, que devoran truchas y es muy agresivo. Otro factor que destacaba es la colonización de las aguas embalsadas con carpas, que ya han alcanzado un tamaño considerable, como pudo comprobar la temporada pasada cuando pescó una trucha que no llegaba al medio kilo y una carpa de casi 7 kilos. Maestre abogaba por controlar las carpas y las truchas de mayor tamaño que depredan sobre los alevines. «Si una carpa entra a la rapala es porque se alimenta de alevines y no come en el fondo ni entra al maíz» explicaba según su propia experiencia. Lo más curioso es que viviendo al lado del embalse de Valparaíso «tenemos que ir a pescar a Ricobayo».
Pese a todas las prohibiciones y zonas acotadas la trucha va a menos y los tramos donde se prohibe la pesca no se está produciendo la regeneración de la especie. Simplemente no hay, como en el arroyo Candanedo, con casi tres décadas sin pescadores y sin un solo pez.
Pescadores como Dante Serra, de Palacios de Sanabria, criticaron la ausencia de alcaldes a este acto. Tan solo asistió el representante de Puebla y senador nacional, José Fernández que echó en falta la asistencia de otros alcaldes en estos asuntos que son de interés comarcal. «Los ríos son de todos y el turismo que viene a los ríos es de todos» manifestó. El ocio de los residentes en las zonas ribereñas «es de todos, porque nosotros hemos cuidado de los río y hemos mantenido el ecosistema».
Fernández calificó de «desastre» la Ley, que contó con el rechazo del grupo socialista en las Cortes Regionales. Aprovechó para desmentir que los representantes socialistas hayan apoyado esta ley «como se ha dicho en alguna reunión en la Casa del Parque». Rechazó también el Reglamento «porque se ha hecho con los pies, con un desconocimiento absoluto de los ríos, de la comarca y la pesca». Exigió «reuniones técnicas con las asociaciones, con los vecinos, con los ayuntamientos para que seamos capaces de tener un reglamento en condiciones». La normativa de pesca es «consecuencia del error de la política ambiental de la Junta de Castilla y León, que no tiene ninguna política de defensa de los ríos, ni del entorno, ni del ciudadano». Equiparó esta cúmulo de limitaciones a la política general de la Junta «que es ir agrediendo al ciudadano con recortes en los servicios para los que vivimos en los pueblos». Fernández mencionó las regulaciones progresivas en centímetros, cotos, días, recortes y «cada vez hay menos truchas en los ríos». Pidió una revisión de las actuaciones sobre estado de presas, limpieza de ríos y adecuación de zonas.
Fuente original: La Opinión El correo de Zamora.
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